lunes, 24 de septiembre de 2007

Editorial Mayo 2007


La impunidad está a la orden del día en nuestro país porque el poder judicial no funciona como debería. Desde febrero del 2002, cuando se dio el golpe de Estado contra el presidente Chávez, los tribunales no han actuado. Comenzando con la decisión del Tribunal Supremo de Justicia que declaró que los golpistas «estaban preñados de buenas intenciones» y sólo llevaron a pasear al presidente porque él no conoce Turiamo ni los sitios por donde lo llevaron, esperando órdenes de su amo, George W. Bush, después que los militares golpistas lo maltrataron y vejaron en la Comandancia General del Ejército. El pueblo no comprende la razón por la que permanecen libres los alcaldes de los municipios Chacao y Baruta cuando existen pruebas contundentes de su participación en el golpe de Estado y después en cuanta guarimba monta la oposición. Despues, en el paro petrolero hubo muertos y el pueblo venezolano pasó trabajo por la escasez de alimentos y la falta de gasolina y hasta ahora no hay culpables de estos actos contra el Estado y los venezolanos. Se sabe quiénes participaron en el golpe pero no hay jueces que se «armen de valor» y decidan encarcelar a tanto golpista y violador de las leyes venezolanas. Desde entonces, la oposición fascista ha asesinado a más de 200 campesinos y dirigentes sociales y hasta ahora no hay ganaderos ni latifundistas que, también se sabe, son los culpables de estos crímenes. Son contados con los dedos -y sobran-, los gobernadores y alcaldes que respetan las decisiones del Ejecutivo Nacional cuando les concede cartas agrarias a los campesinos y violando este derecho a trabajar la tierra, los atacan, con su policía municipal y hasta la guardia nacional se presta para amedrentarlos y desalojarlos de sus tierras. Estos gobernadores y alcaldes sólo están interesados en su lucro personal. No es necesario nombrarlos, el soberano sabe quienes son. Sólo falta que el primer mandatario tome cartas en el asunto y se separe de tanto camaleón disfrazado de revolucionario. Sabemos que muchos son sus amigos pero él dijo que está casado con el pueblo venezolano y que morirá defiendiéndolo. Esperamos que más temprano que tarde reaccione y los aparte de su lado.¡Mosca Señor presidente!

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