Trincheras de Ideas
Humberto
Gómez García
El
12 de febrero fue para la oligarburguesía representada en Fedecamaras, la
Camára venezolana americacana Venanchan, en Consecomercio, el momento decisivo
de su plan golpista que pudiera comenzar por una guerra civil adelantada por
los grupos paramilitares y los focos subversivos que dirigen los grupos del
fascismo amarillo de primero (in) justicia y la llamada voluntad popular que
lidera el fascista Leopoldo López en quién descansan las esperanzas de los
gobernantes norteamericanos y en particular la CIA para encabezar una presunta
‘revolución suave o naranja’ que acabe con la Revolución Bolivariana.
Un
rápido recuento de los últimos hechos subversivos encabezados por grupos
fascistas los podemos encadenar con la concentración de la derecha en Caracas y
el asesinato del camarada Juan Montoya, ‘Juancho’, activista de los Colectivos
Revolucionarios del 23 de Enero. También murió el compatriota Basil Da Costa,
23 lesionados, incendiados 6 vehículos del CICPC ubicado en la Plaza Carabobo,
destrozos parciales e incendio en el edificio de la Fiscalía General de la
República en la avenida México.
La
agresión en Margarita de los peloteros cubanos que participaban en la Serie del
Caribe. La agresiva agresión a la residencia gubernamental del Gobernador
Vielma Mora en San Cristóbal, dirigida tras bastidores por el Alcalde fascista
de esa ciudad y por Leopoldo López. Los sucesos violentos de Mérida contra el
Gobierno y el joven fascista que por imprudencia se electrocutó al ir a
destruir una valla de la Gobernación de Mérida. Agresión a la vivienda del
Ministro Osorio. En el programa juvenil Zurda Conducta del 11 de febrero se
transmitió un audio entre dos redomados golpistas, el militar retirado Carratú
Molina y Fernando Gerbasi, ex embajador en Colombia, donde claramente hablan de
volver a la situación golpista del 11 de abril de 2002.
Ya
para el 12 de febrero se habían planteado “incendiar a Venezuela”, el
presidente lo denunció y ellos lo hicieron, y convocaron una concentración en
la Plaza Venezuela no sólo para hacer una demostración de fuerza y retar al
gobierno sino para ejecutar que en la fecha gloriosa para la juventud venezolana
es el punto de partida de una rebelión vario pinta para derrocar el gobierno
constitucional. Las consignas subversivas son más que evidentes: “Vamos a
alzarnos contra este gobierno”. “Este Gobierno va a caer”. “Maduro, renuncia”.
“Maduro, vete ya”. “NO nos iremos desde las calles hasta que no se vaya
Maduro”.
Es
significativo que escogiera el fascismo esta fecha épica para iniciar su
ofensiva de un marcado carácter anti venezolano. Para nada les interesa la
Patria, para ellos más importante es un rollo de papel tualé. Ni el 12 de
Febrero, ni el 5 de Julio, ni el 19 de abril les interesa, no quieren a
Venezuela, quieren su petróleo, sus dólares.
Por
supuesto que la marcha tuvo varias etapas. La concentración en la Plaza
Venezuela donde se avivó el odio de los presentes a través de los diversos
oradores y los grupos de choque y paramilitares, con radios, celulares y otros
medios de comunicación llegaron las bombas molotov y los morrales de objetos
contundentes; es decir, se prepararon para lo que vendría después, crímenes que
tenían fríamente calculados. La Marcha hasta la Defensoría del Pueblo,
relativamente tranquila. La llegada a la Fiscalía General de la República era
el centro de la estrategia terrorista de generar la más atroz e insólita
violencia y el inicio del golpe. El pretexto de ir hasta ese sitio era
protestar por la prisión de los grupos golpistas caídos apresados en Margarita
y San Cristóbal. Les ofrecieron ser recibidos, por la Fiscal incluso y se
negaron, lo que evidencia que no iban a denunciar ni a protestar nada sino a
iniciar su “rebelión” por el simbolismo que tiene la Fiscalía General de La
República.
Viendo
lo ocurrido se puede establecer que el objetivo no sólo era tratar de destruir
el edificio sede de la Fiscalía, incendiarlo con el personal adentro inclusive
y donde resultaron heridos varios funcionarios, sino establecer que los
objetivos iban dirigidos contra la institucionalidad, sus sedes: Fiscalía,
CICPC y otros. Un verdadero reto al gobierno del Presidente Maduro y a la
Revolución con el desarrollo de un violencia extrema.
¿Qué
lectura le damos a esta sangrienta ofensiva fascista, quizás políticamente
subestimada por las fuerzas progresistas?
Lo
que no pudieron hacer en abril, una insurrección violenta y terrorista que le
dio paso al golpe de Estado, lo están intentando ahora en una combinación de
grupos paramilitares colombianos, militantes de javu y el plan Sharp. Hay una
preparación militar evidente obtenida en Miami, más el consumo de drogas y
licor en plena marcha por parte de muchos marchistas para darse valor y desatar
su odio.
La
otra lectura es que esta ofensiva golpista con seguridad la ordena Fedecamaras
y sectores de la oligarquía afectados desesperadamente con las nuevas medidas
económicas, con la ley que controla las ganancias hasta un 30% en la venta de
mercancías, con el recorte drástico de la entrega de dólares. Son las
respuestas a su guerra económica y lo de hoy: muertes, incendios, destrozos, es
la nueva respuesta de la oligarquía y el imperialismo norteamericano, la CIA el
supra gobierno yanqui.
Pero
la ofensiva fascista y terrorista aparentemente recayó sobre Leopoldo López
Boves y su grupo voluntad popular y María Corina Machado Malinche, en la lucha
por el liderazgo de la oposición, el aparente desplazamiento del otro super
fascista Capriletti, cabeza visible del vandalismo, los crímenes y el
terrorismo después de la derrota electoral. ¿Enyugaron con lo de hoy al resto
de la Mud, a la oposición vacilante o que, en todo caso, no comparte la
política de violencia que preconiza esta minoría? (12/02/14)
(humbertocaracola) (@hgcaracola)
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